Las autoridades manifestaron que al revisar los antecedentes de Barreto y de su agresora, notaron que ambos se habían denunciado en el pasado por el delito de violencia intrafamiliar. Por otro lado, según versiones de una pariente de Primera Barreto, ese día, el hoy fallecido, recibió amenazas de ser quemado.
El pasado 7 de junio tras una acalorada discusión en el barrio Nelson Mandela, al sur de la ciudad, un hombre identificado como Máximo Primera Barreto, propio de Venezuela y con 46 años de edad, fue rociado por un líquido inflamable -al parecer gasolina-, por quien sería su pareja sentimental.
En ese momento, Primera Barreto se dirigió a la Clínica Gestión Salud de San Fernando para ser atendido. Según el Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis), se confirmó en el día de los hechos que, a través del Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (Crued), Máximo Primera Barreto sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en más del 90% de la superficie corporal de su espalda, miembros superiores e inferiores.
Luego de recibir los primeros auxilios en Gestión Salud, los médicos resolvieron remitirlo a una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en el Hospital Universitario del Caribe, y tras debatirse entre la vida y la muerte durante once días, el 18 de junio a las 7:30 de la noche se confirmó su fallecimiento.
Por su parte, la presunta atacante y expareja sentimental, logró escaparse en medio del revuelo de la situación, mientras los vecinos auxiliaban al hombre y llamaban a unidades de emergencia.
Sin embargo, la autoridades pudieron identificar a la atacante tras revisar las cámaras de seguridad de la zona y hablar con los vecinos, quienes aseguraron que, al parecer, su mal accionar se debió a los constantes abusos y amenazas que Primera Barreto cometía contra ella.
De acuerdo con las autoridades, ese 7 de junio, la agresora estaría denunciándolo por el delito de violencia intrafamiliar y por, presuntamente, amenazarla de muerte.
La pareja, además de mantener una relación disfuncional y marcada por la violencia, de parte y parte; las amenazas de Barreto, al parecer, habrían sido el motivo del fatídico desenlace.
Las autoridades de Cartagena agregaron que, al revisar los antecedentes de Barreto y de su agresora notaron que ambos se habían denunciado en el pasado por el delito de violencia intrafamiliar. Actualmente, las autoridades aún no han informado sobre la captura de la expareja sentimental para que responda por el delito de homicidio.
Así recuerda una de las hijas de Primera Barreto lo que pasó aquel 7 de junio
Uno de los seis hijos de Máximo Primera Barreto, comentó que su padre habría llegado a Cartagena hace unos 28 años, y que gran parte de su vida fue dedicada al comercio hasta el punto de lograr crear su propia microempresa.
El hombre de 46 años, oriundo de Caracas, Venezuela, era distribuidor de plátanos y guineos en tiendas y negocios en Nelson Mandela y sus alrededores.
«My papá estaba en un lugar cercano a donde él tenía la bodega. Allí venden cervezas y hasta ese sitio llegó la mujer a gritarle cosas y amenazarlo. El dueño del negocio se molestó y por eso mi papá se fue a otro lado cercano», recuerda la hija de Primera Barreto.
Al parecer, antes de dirigirse por segunda vez al lugar donde estaba Primera Barreto, la mujer compró gasolina. «Ella llegó y de una comenzó a gritarle nuevamente a mi papá. Él estaba sentado en una silla de plástico. Ella amenazó con quemarlo, pero mi papá no le prestó atención porque pensó que era otra amenaza más. Cuando él le dio la espalda y ella le echó la gasolina y le tiró el fósforo prendido», dice su hija.
Según la versión de la hija de Máximo, él nunca imaginó que en aquel recipiente había gasolina. «Él hasta me alcanzó a decir en el hospital que pensó que era agua, que no sintió el olor», agregó la pariente.
La gravedad de las quemaduras no le permitieron a Máximo Primera Barreto seguir en este plano terrenal.