Columna de opinión escrita por: Alfredo Díaz Mulford
El 8 de marzo es un día de conmemoración. Es un día para recordar a todas las mujeres que han luchado por sus derechos, a aquellas que han perdido la vida en esa lucha y a aquellas que continúan luchando hoy en día. Es un día para honrar a todas las mujeres que han roto barreras y han logrado grandes cosas, y para inspirar a las nuevas generaciones a seguir luchando por la igualdad de género.
Pero también es un día para reflexionar. Para reflexionar sobre los desafíos que enfrentan las mujeres y sobre cómo podemos continuar trabajando juntos para superarlos. Es un día para cuestionar nuestras propias acciones y pensamientos, y para preguntarnos qué podemos hacer para contribuir a un mundo más justo e igualitario.
En el año 2022 se registraron 614 feminicidios, 47.771 casos de mujeres víctimas de violencia intrafamiliar y 3.650 exámenes por delito sexual en mujeres. En lo que va del 2023 solo en Cartagena se han registrado 3 feminicidios, las cifras nacionales nos dan reporte de 3.483 casos de violencia intrafamiliar y 1.516 exámenes médico-legales efectuados por presunto delito sexual en mujeres. Según las cifras, cada hora, 3 mujeres son víctimas de violencia intrafamiliar; 128 al día.
Las cifras presentadas son alarmantes y reflejan la realidad de una sociedad que aún no ha logrado garantizar la seguridad y la protección de las mujeres. Cada feminicidio, cada caso de violencia intrafamiliar y cada examen médico-legal por delito sexual representa una vida afectada y un trauma profundo para la víctima y sus seres queridos. Es fundamental que como sociedad trabajemos en conjunto para erradicar la violencia de género en todas sus formas y para asegurar que las mujeres tengan el derecho a una vida libre de violencia.
El 8 de marzo es una oportunidad para reflexionar sobre estos temas y para comprometernos a trabajar juntos para construir un futuro más justo y equitativo para todas las mujeres.