Columna de opinión escrita por: CARLOS ANDRÉS VITOLA PEREZ – Presidente – Consejo de Juventud Localidad Histórica y del Caribe Norte

¡Ay, mi Cartagena! ¿Dónde se esconde el Alcalde Local, LUIS H. NEGRETE BLANCO? ¿En el limbo de la burocracia o en la dimensión desconocida de la ineficacia?; Dos años después de que 2,269 jóvenes de Cartagena depositaran su confianza en los Consejeros de Juventud elegidos, fruto del grito de la rebelión en las urnas por el cual se materializo el Estatuto de Ciudadanía Juvenil en donde se sentaron las bases democráticas de la participación juvenil, nos vemos confrontados con la desconcertante realidad de un líder que podría muy bien ser un personaje de ficción.

Las apariencias pueden ser engañosas, y en este caso, la invisibilidad del supuesto líder local plantea preguntas incómodas sobre la eficacia de nuestra democracia participativa. En un escenario donde la juventud expresó su voluntad con votos contundentes y la materialización real de la ley 1622 de 2013, demandando las garantías de los entes territoriales ¿cómo es posible que el rostro de la representación local permanezca en las sombras? Desde el 14 de enero de 2022, Luis H. Negrete delegó para atender nuestra posesión, y desde entonces, su presencia se ha vuelto tan esquiva como su compromiso con la transparencia que la ley exige.

La verdadera oscuridad se cierne sobre la gestión de programas juveniles. La fecha del 26 de abril de 2023 marca el inicio de un lamentable espectáculo de excusas. Al solicitar información sobre los programas “1. Formando Jóvenes para un Futuro Mejor” y “2. Jóvenes Participando y Salvando a Cartagena”, la respuesta del 30 de junio de 2023 desató un torbellino de evasiones.

El alcalde local, lejos de rendir cuentas, arrojó la culpa a la vaca, culpando a la pandemia por la falta de impacto en cuatro años. ¿La pandemia también es responsable de la falta de claridad en los informes? La respuesta llegó en forma de un documento Excel lleno de vacíos. En lugar de transparencia, obtuvimos un cóctel de evasiones y vaguedades que eclipsan la realidad de la administración local.

El 2 de diciembre de 2023, experimentamos un acontecimiento desalentador cuando la alcaldía local, liderada por Luis H. Negrete, retiró de manera abrupta e injustificada el espacio designado para las sesiones del Consejo Local de Juventudes. Para nuestra consternación, el espacio desocupado fue asignado a la Comisaria de Familia sin previo aviso ni consulta. Lo más preocupante es que los materiales suministrados por la Secretaría de Participación para el funcionamiento del Consejo, como escritorios y sillas, fueron tomados arbitrariamente y se encuentran en uso por la Comisaria de Familia. Este hecho no solo representa una violación a la esencia del subsistema de participación juvenil, sino también una apropiación indebida de los recursos destinados al Consejo Local de Juventudes. Este incidente no solo afecta nuestro funcionamiento, sino que también plantea serias dudas sobre la transparencia y el respeto a los recursos designados para el Consejo.

Como un río rebelde que busca su curso, la juventud merece más que ser relegada a la orilla de la indiferencia, no meros espectadores de un escenario que nos pertenece. Este no es solo un lamento de un Consejero de Juventud, sino un llamado a la acción, un grito que resuena en las calles para despertar a una comunidad que merece más que la sombra de un líder ausente. La juventud no puede ser silenciada, y es hora de despojar al alcalde invisible de su manto de invisibilidad y exigir respuestas con la fuerza de la verdad. Esta lucha no es solo contra individuos, sino contra instituciones que, por su debilidad o desinterés, perpetúan la marginación de la voz juvenil.