Gustavo Bolívar pidió otro plazo para declarar en caso de presunta explotación sexual en el Congreso, el exsenador Gustavo Bolívar volvió a dejar plantados a los investigadores de la Fiscalía que están esperando a que amplíe su versión sobre la denuncia de una presunta red de trata de personas en el Congreso que hizo hace algunas semanas.
En días anteriores el ex senador Gustavo Bolívar, denunció que en el Congreso de la República existe acosó sexual por parte de senadores a sus trabajadores y que supuestamente hay habitaciones acondicionadas como motel.
“Hay testigos que aseguran que en el interior del congreso hay oficinas que funcionan como moteles dónde los senadores tienen relaciones sexuales. Han habido congresistas que han enviado a sus asistente a trabajar desde casa para así poder tener las oficina solas”, expreso Catalina Suárez, Columnista en la W radio.
Algunas habitaciones tendrían alcohol y snack incluso son más exclusivas que un motel cualquiera.
Si algún trabajador del legislativo quiere renovar su contrato debe pasar por la cama de algún poderoso y cumplir sus deseos.
Relato de Catalina Suárez
Durante 4 años trabajé en el Congreso, y me sorprendía cómo incluso congresistas le pedían a su equipo de UTL que no fuera a la oficina y trabajarán desde casa, se convertían algunas oficinas casi que en habitaciones de motel. También recuerdo mujeres hermosas que llegaban a la capital en busca de oportunidades, hablándose con varios congresistas de manera coqueta una vez pregunté a una, pero ¿qué le ves? Y me respondió nada, pero necesito el contrato.
Esa mujer hermosa hablaba con dos congresistas y tenía lo que ella decía amoríos, esa lógica me hace ver que los lobos saben cómo actuar, aparentemente parece algo consensuado, pero increíblemente cuando los favores sexuales aparecen los contratos aumentan.
¿De oficinas UTL a habitaciones de motel?
Suena crudo, pero es así, en los cuatro años que trabajé en el Congreso conocí cómo algunos congresistas del momento -algunos repiten hoy curul- no hacían ir a sus UTL (unidades de trabajo legislativo) porque necesitaban la oficina desocupada. Sin pena alguna se ausentaban a veces de las plenarias o comisiones para llegar a la oficina a tener el encuentro con alguna bella mujer funcionaria de la misma entidad.
Algunas veces se veían congresistas en días de trabajo de comunidad por los pasillos dándose cita con alguna mujer. Otros tenían oficina en el edificio nuevo y pedían oficina prestada a otros para ingresar con asesoras o funcionarias. Curiosamente después de esto, que lo hacen ver consensuado los contratos seguían o mejoraban.
En esas oficinas en las neveras también hay licores y snacks, más lujoso que en cualquier motel de la ciudad. “Entra toma lo que quieras”. Muchos tienen grandes sofás o sus escritorios se vuelven el lugar de encender las fantasías silenciosas para ellos de placer para quienes acceden -hombres y mujeres – de nuevos contratos.
“Busca un lugar privado para vernos, “que linda que estás hoy”, “te veo y me imagino muchas cosas contigo”.
Otros que recuerdo, pero están en el gobierno, ya no en la entidad citaban a las mujeres en lujosos hoteles, en habitaciones para hablar de trabajo y la gran mayoría se creen con derecho de tocarte desde la mano “consintiéndote” hasta bajar a la pierna. Sonrisas incómodas porque todos saben que hablar es casi que ganarse al poder en contra.