La comunidad se siente indignada por la nueva medida que restringe el ingreso de vendedores ambulantes, mascotas y bicicletas

El Complejo Deportivo de Alameda es un espacio destinado para la recreación y el deporte de la comunidad, pero en los últimos meses, ha sido presa de acciones injustas presuntamente autorizadas por el subgerente de deportes de Iderbol; Eloy Porras.

La preocupación inició cuando en la entrada fueron instalados unos avisos de prohibición que fueron puestos de manera autoritaria sin antes dialogar con las personas que asisten a este espacio, los avisos prohíben el ingreso de vendedores ambulantes, mascotas y bicicletas, generando una sensación de exclusión a las personas que llevan años trabajando en este complejo, a quienes tienen las mascotas registradas como apoyo emocional y a quienes optaron por la bicicletas como su medio principal de transporte.

Los denunciantes afirman que se ha autorizado la habilitación de un kiosko de manera irregular, lo cual ha sido fuertemente cuestionado por toda la comunidad deportiva. Lo que resulta aún más preocupante es que dicho kiosko actualmente está funcionando y vendiendo licor, algo que está prohibido debido a los problemas de conocimiento público que se han presentado en el pasado con la ingesta de licor en el complejo deportivo.

La situación empeora aún más cuando se considera el trato injusto hacia los vendedores que llevan más de diez años trabajando en la zona y que forman parte de las cafeterías que actualmente no están en funcionamiento. Estos vendedores han estado luchando por recuperar sus puestos de trabajo, pero la administración del complejo deportivo ha negado sus llamados y se ha escudado en una supuesta deuda con una constructora que no ha cumplido con un contrato, pero no dan una pronta solución.

El único vendedor que ha podido ingresar al complejo deportivo es el vendedor de limonada Francisco Casseres, quien presuntamente paga una suma a la administración del complejo deportivo de Alameda y es quien se toma atribuciones autorizado por el señor Ariel Piña de no dejar entrar a ningun vendedor, solo a el, quien frecuentemente vende cervezas en latas o en vasos de icopor dentro del templo prohibiendole el ingreso a los demás de trabajar para el sustento del día a día. Esta situación es una total injusticia, La comunidad se preocupa pues el destino de ese dinero no está claro, ya que no existe ninguna rendición de cuentas por parte de la administración.

La Constitución Política de Colombia garantiza el derecho a la igualdad ante la ley, el derecho a la libre competencia económica y la no discriminación (Art. 13), así como el derecho a un medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado (Art. 79). En este caso, se está violando estos derechos al permitir la entrada de un vendedor y negar la entrada a otros, y al permitir la venta de licor en un lugar destinado al deporte y la recreación.

Por todo lo anterior, se hace un llamado a los medios de comunicación, a la Alcaldía de Cartagena, a la IDERBOL, a los ediles de la localidad tres y a la Gobernación de Bolívar para que tomen cartas en el asunto.