Columna de opinión hecha por: Jhon Jaime León Mena

Entonces existen tres Cartagena, la Cartagena detrás de las murallas, la Cartagena de la popa pa´ allá, luego está la Cartagena rural, la más olvidada y abandonada por la institucionalidad. Solo visitada en épocas electorales o cuando se va a ejecutar algún proyecto de capacitación de papel “para desviar algún dinero que luego servirá para comprar votos”, como lo saben hacer los alcaldes mayores y alcaldes locales en vale con sus respectivos ediles en especial los de la localidad 1 y 2, según datos un poco desactualizados pero ajá es lo que tenemos a la mano de Cartagena Como Vamos nos dicen que el 91.1% de Cartagena es rural: son 551 kilómetros cuadrados en los que según el SISBEN viven unas 70.000, muchas de ellas en situación de vulnerabilidad. Allí a pobreza extrema cuadriplica los registros de la cabecera urbana.

Si con estos datos del 2017 donde se hace una clara especificación de cómo está conformada Cartagena y de verdad no es nada similar a Bogotá, ni mucho menos barranquilla. Para los que en su momento tuvieron su afán de incluir un transporte masivo, pesado, costoso y sin vías en óptimas condiciones como lo es transcribe.

Este tipo de investigaciones nos muestran la otra cara olvidada y minimizada de nuestra ciudad, donde no hay agua potable, el alcantarillado bastante defectuoso y en algunos lugares no hay, los servicios públicos son de un pésimo estado. A pesar de todas estas dificultades nuestra zona rural tiene mucho que ofrecer para el desarrollo de nuestra ciudad, por ejemplo la vereda de puerto rey es cultivadora de patilla, melón, arroz entre algunos por mencionar pero desde el 2019 se han visto afectados por los megaproyectos del supuesto desarrollo, como lo son las fincas privadas de los ricachones que viven cerca de estas veredas presuntamente desvían o algo está obstaculizado el agua de los arroyos que llegaba hasta la vereda, afectando el cultivo por ende su calidad de vida, lo mismo que sucede en puerto rey también sucede en algunos lugares como zapatero. “Dejando entre ver que aquí hay un plan de gentrificación y despojo moderno al mejor estilo de los Araujo”. En marcha para sacar a estas comunidades de sus territorios algo que no podemos permitir.

Por eso invitamos a todas las comunidades que viven en la zona norte que sean más sabios que piensen en su comunidad y menos en su interés particular si de verdad aman y quieren seguir viviendo en su territorio a que en estas elecciones voten más por proyectos, programas y menos por plata o amiguismo. Vemos como los diferentes candidatos a las diferentes corporaciones, incluso alcaldías como en sus planes de gobierno y acciones no incluyen la zona norte ni mucho menos la zona insular como desarrollo de ciudad, para dignificando su calidad de vida con solo se necesita empoderar sus actividades de trabajo, como lo son la pesca, la siembra y el cuidado de animales.

Estoy súper convencido de que si empoderamos nuestras veredas nuestra ciudad no volverá a sufrir una inflación tan escandalosa como la que estamos viviendo hoy en día en el distrito. Dejando desolación y mucha tristeza de ver que solo se trabaja para desayunar y almorzar para poder cenar en la tarde y de noche, ya que la mayoría de los habitantes de estos territorios se dedican a la pesca. Aun así, seguimos conservando la llama de la esperanza de que nuestra ciudad tendrá mejores liderazgos en el poder que si le den el uso adecuado al poder ejecutivo y legislativo local.