Columna de opinión escrita por: Maira Alejandra Martínez Castellar

A lo largo de los años hemos escuchado decir que las mujeres inteligentes son aquellas que llevan una vida completamente independiente. Y no es fácil dar por sentado esta teoría, porque todavía existen una serie de normas sociales y clichés que tienden a encadenar a las féminas en torno a las labores que culturalmente le han sido atribuidas, tales como: cuidar de los hijos y de un hogar previamente conformado para sentirse realizadas.

Por suerte, el tiempo y las creencias han evolucionado, las mujeres pueden elegir a qué quieren dedicarse o con quién prefieren compartir su vida. Incluso, muchas deciden quedarse solteras.

Este tipo de mujeres han llegado la con liberación femenina, sin embargo; paradójicamente están extintas. Son pocas las que en realidad se atreven a valerse por sí mismas, buscando siempre aprobación de un ser superior (hombre), y creyéndose el sexo débil porque así se lo inculcaron.

Suele suceder que enamorarse no forma parte de sus prioridades; cuando desean una pareja, las mujeres inteligentes separan su vida sentimental de la profesional

Maira Alejandra Martinez

Pese a esto, y como la vida es de extremos, nos encontramos con las que se sienten cómodas siendo independientes y mentalmente seguras. Aquellas que son capaces de tomar decisiones sin poner en consideración los sentimientos de otra persona. En resumen, son objetivas y no necesitan a alguien más para sentirse completas y realizadas. No son conformistas y no estarán con alguien que no las encuentre realmente atractivas.

Suele suceder que enamorarse no forma parte de sus prioridades; cuando desean una pareja, las mujeres inteligentes separan su vida sentimental de la profesional. Y procuran que la segunda no interfiera en la primera.

Es momento de cambiar el pensamiento, vivimos en una sociedad donde el aspecto exterior tiene más valor que el interior (no hablo de sentimientos), es tiempo de conocer que hay características de una mujer inteligente que valen aún mucho más.